Lo mismo de siempre: Gibraltar y la corrupción

GIBRALTAR (y Opinión) Este pasado verano volvía Gibraltar a las noticias internacionales una vez más. ¿Noticias? La disputa sobre las aguas territoriales tiene unos 300 años; lo de la pesca, otro tanto; el argumento medioambiental tiene al menos un ano o dos, cuando el Peñón comenzó echando al mar unos bloques de cemento que impiden la pesca tradicional en aguas de la bahía y que pronto se echaron al argumento político. La amenaza de cerrar la verja en la frontera que separa la colonia del resto de España ha existido en mayor o menor medida durante años, pero la amenaza de cobrar por entrar a España, es decir al espacio Schengen, es relativamente nuevo - ¿recuerda el lector al anterior alcalde de La Línea?

Así las cosas, aunque los escándalos de corrupción en Madrid y otros territorios del PP, aumentan de volumen a diario. También los escándalos del PSOE, sobre todo en Andalucía, que cada día cobran mayor atención en los medios. Por ello, los políticos necesitan distraer la atención hacia algo un tanto más patriótico. De paso, y con un poco de suerte el personal no se dará cuenta de los innumerables recortes que han mermado y seguirán mermando lo básico: educación, sanidad y economía; es decir, el estado de bienestar que para muchos, muchísimos, se ha convertido en malestar.

Es cierto que acabamos de pasar el mes de agosto, cuando suele haber pocas noticias y una buena mayoría de buenos periodistas, y sus redactores jefe y correctores, han estado de vacaciones. Quizás por ello la juventud periodística no tiene muy claro el significado de la palabra 'noticias'. ¿Que mejor momento para hacer sonar los cascabeles de la serpiente venenosa del Campo de Gibraltar? O sea, Gibraltar como espina persistente?

Y por si acaso alguien duda del significado del Peñón, el Ministro de Asuntos Exteriores, José García Margallo, saca acusaciones tales como "Se acabo la fiesta de Gibraltar" o "6.000 gibraltareños viven en Sotogrande sin pagar impuestos". Califique el lector de la escala del 0 al 10 de estupideces.

Por su parte, al Ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, deberían haberle aconsejado mejor. No tuvo mejor idea que identificar al gobierno español con la dictadura de Corea del Norte. Estúpida comparación: que se sepa, España no se dedica a la fabricación de armas nucleares.

Si la experiencia sirve para algo, las aguas volverán a sus cauces y parece que el regreso a sus despachos de periodistas y editores mas avezados han servido para cambiar los titulares que mencionan al Peñón, ya que hay otras muchas cosas más interesantes de qué hablar. Y, si es que hay un Dios, los podridos políticos se verán entre rejas o al menos en el banquillo de los acusados (no es que vayan a renunciar sus puestos tan lucrativos, claro) aunque la corrupción política sigue como de costumbre con nuevos casos que emergen como setas, ahogando juzgados que son (o deberían ser) la gran vergüenza de esta triste España.

Mientras tanto, las temblorosas masas de trabajadores de la industria de apuestas - aquí se podría decir 'juegos de azar' pero que de azar tienen poco - y leyes internacionales a punto de recortar las ganancias de las enormes empresas multinacionales con centrales en Gibraltar, y el 75 por cien de españoles con la suerte de tener empleo - unos cuantos de los cuales lo tienen en el 'territorio enemigo', no ya enemigos de ellos personalmente sino de sus políticos elegidos, o los miles de turistas del verano que quieren pasear por Gibraltar pero no se atreven a entrar con el coche (y de quienes unos 30,000 residentes viven muy bien) - todos haciéndole el juego a los políticos de turno.

Lo peor es que nos tomen por tontos, haciéndonos creer que lo de Gibraltar es tan importante. Vamos a ver, en el gran esquema mundial, ¿que importancia tiene Gibraltar realmente?